Cuando nuestros protagonistas Pipermint y Charlot caminan anonadados por el planeta que acaban de descubrir (al otro lado del túnel desde el campus) tras recorrer el Coral Negro y misteriosamente ser expulsados a este planeta desconocido de ZEN-OX, se van encontrando personajes extraños que «les van revelando un mensaje secreto cada uno «sobre por qué están allí».
Uno de ellos es Aurus, líder samurai de los «protectores de la galaxia ZUXA-3T».
Cuando se les aparece de una «manera electrizante y desconcertante», donde casi «se lo hacen encima»
(para saber mejor los detalles leeros el libro vais a alucinar)
les indica que va a ser él el que les enseñe a sacar los «superpoderes» ocultos que tienen y «desconocen que tienen».
El dato les deja sin palabras. Pero también les dejo sin habla lo que presenciaron sus ojos en ese momento.
Aurus saca un dedo y dibuja en el aire dos «Naves Burbuja» como dos pompas transparentes que caen al suelo.
Con los ojos como platos el samurai les dice que las burbujas serán su «medio de desplazamiento» por el espacio. (¡Vamos! como si fueran dos Ecobicis planetarias).
Después de flipar ante aquel ser (y de sus explicaciones para su uso) se montan en ellas y salen disparados.
¿Queréis saber como manejan las naves por dentro?
☆Lo mejor es que echéis un ojo al libro ¡Vais a alucinar!
De pronto… ¡Empiezan a descubrir sensaciones jamás vividas!
¿Quieres saber algunas?
El sonido se transforma en una sinfonía de registros raros para el oído humano.
Y aunque el espacio no tiene aire para transportar las ondas sonoras, el universo «resuena con vibraciones» que solo los corazones audaces y las mentes curiosas pueden sentir.
El eco sordo de las estrellas que nacen y mueren, el susurro profundo de los agujeros negros devorando luz, y el canto lejano de los planetas que orbitan en danza perpetua lanzan sus sonidos curiosos (y esto es verdad no es ficción).
En su nave burbuja, los dos adolescentes, se deslizan a través del cosmos. La nave, transparente y resplandeciente, ofrece una vista sin igual del espacio estrellado.
Millones de puntitos brillan como diamantes incrustados en un terciopelo infinito, cada uno con su propia energía y color.
Los astros cercanos emiten un resplandor cálido, dorado y naranja, mientras que los más lejanos titilan en un azul frío y misterioso.
El lienzo del universo
Revela la luz estelar en destellos brillantes, y los adolescentes quedan hipnotizados por la majestuosidad de la vista.
Ellos parecen vibrar al compás de una melodía cósmica como si cada estrella y cada planeta estuvieran cantando en un coro silencioso.
Una sinfonía visual que solo puede ser apreciada por aquellos lo suficientemente valientes para aventurarse a lo desconocido.
La experiencia es tanto un paseo de descubrimiento como una danza con la eternidad; una conexión íntima con el universo que habla en un lenguaje de luz, color y sonido más poderoso que cualquier palabra.
Así, perplejos en sus burbujas, los dos adolescentes disfrutan del vibrante espectáculo, sabiendo que han tocado el borde del infinito y escuchado el latido del cosmos.